miércoles, 24 de junio de 2009

RAFAEL ESCALONA


Rafael Calixto Escalona Martínez (Patillal, Cesar, 27 de mayo de 1927 - Bogotá, 13 de mayo de 2009 a las 4:36 PM) también conocido como "El maestro Rafael Escalona", fue un compositor colombiano de música vallenata.

Hijo del coronel Clemente Escalona Labarcés, quien participó en la Guerra de los Mil Días, y Margarita Martínez Celedón. Sobrino del célebre obispo de la diócesis de Santa Marta, Rafael Celedón, hermano de la abuela de su madre.
Poco a poco fue recogiendo historias que serían la base de sus afamados vallenatos; el primero fue compuesto, en febrero de 1943, cuando apenas contaba 15 años; a él siguieron 85 composiciones más, melodías en las que no solamente se puede reconstruir su vida, sino también la del viejo departamento del Magdalena, aporte que le ha dado a la música vallenata hasta convertirla en carta de identidad de toda una región. Escalona ha recibido muchos homenajes, condecoraciones y ha sido diplomático, pero quizás el más grande fue el reconocimiento que su 'primo' Gabriel García Márquez le hizo cuando dijo que "Cien años de Soledad no era más que un vallenato de 350 páginas".

viernes, 12 de junio de 2009

REALIZARAN EL 41 FESTIVAL DEL FIQUE


La Fundación Festival Folclórico del Fique, adelanta los preparativos para la realización de la versión 41 de este gran evento, los días 17, 18 y 19 de julio del presente año. La organización anunció que esta vez no incluirían la categoría de reinado. Aunque ya se están haciendo las invitaciones por escrito a diferentes personalidades y organizaciones, la campaña radial y otros medios de comunicación se iniciará el primero de julio.

domingo, 8 de febrero de 2009

DIEZ MIL DIAZ CON DIOMEDES DIAZ


DIEZ MIL DIAS CON DIOMEDES DIAZ
Por: Jaime Hinojosa Daza
Publicado en la revista Vallenata Internacional el mes de noviembre de 1985 en Caracas Venezuela.

Lo vi correr desnudo en las sabanas de La Peña, un pueblo anónimo en el sur de La Guajira y a dos kilómetros de La junta donde nació.
Tenía tres años, y a esa edad, ya era un niño indómito y precoz. Elvira, su madre, solía decir que solo se le veía tranquilo cuando dormía o estaba enfermo. Tenía un extraño instinto de la libertad absoluta. Odiaba la camisa, el pantalón y el calzado, porque le daban la sensación de que las personas eran prisioneras de esos artificios. Lo único que llevaba sobre su cuerpo era una mochila de fique llena de pequeñas piedras que usaba como munición para su cauchera; pues era hábil cazador de turcutues, perdices palomas, iguanas lagartijas y toda clase de animal que se cruzara en su camino.