martes, 6 de abril de 2010

Consuelo Araujo Noguera


LA CACICA

Jaime Hinojosa Daza


En 1970 conocí a Consuelo Araujo Noguera con quien mantuve una gran amistad y por quien sentí siempre mucha admiración por su inteligencia su infinita capacidad de trabajo y poder de persuasión para conseguir todo lo que se proponía. Desde el mismo día que la conocí comencé a formar parte de ese grupo de voluntarios que la seguía a todas partes trabajando en función del Festival Vallenato. En muchas ocasiones pidió un avión de de la Fuerza Aérea Colombiana para viajar a Bogotá a realizar diferentes actividades en procura de recursos económicos y toda clase de apoyo. Abordábamos el avión con “La Cacica”, Rafael Escalona, Nicolás” Colacho” Mendoza, Gustavo Gutiérrez Cabello, Pedro García, Florentino Montero, Juan Calderón, Alfredo Calderón, Sofy Cotez y Adalberto Acosta con el Ballet Vallenato en pleno.
Llegábamos a la capital y nos tomábamos por una semana, el Hotel Tequendama, la televisión, la radio, la prensa, La Media Torta, los teatros etc. A los espectáculos que presentábamos asistía todo público, desde el presidente de la republica hasta el más humilde ciudadano. Los resultados siempre fueron exitosos y contribuyeron a la grandeza que hoy ostenta El festival de la leyenda Vallenata, el prestigio internacional logrado por nuestra música y la transformación de un pueblo de 80.000 habitantes a la gran ciudad de Valledupar cuya población se acerca a las 400.000 almas. Todo esto habría sido imposible sin el liderazgo y el carisma de Consuelo. Quien era Consuelo Araujo Noguera?. Transcribimos a continuación una pequeña reseña biográfica publicada en la pagina web de Radio Guatpuri:
“Nació un primero de agosto de 1940 en la ciudad de Valledupar y fue la menor de una familia conformada por nueve hermanos, en la cual desde muy temprana edad empezó a asimilar de sus padres, Santander Araujo y Blanca Noguera, el arraigo y el amor, casi devoto, por su tierra, especialmente de su padre, reconocido patriarca liberal de la región, famoso por su prodigiosa memoria y su carácter, condiciones que ha heredado Consuelo. A los 15 años de edad debió abandonar sus estudios secundarios para empezar a trabajar como auxiliar de giros en el Banco de Bogotá, con el fin de coadyuvar a financiar la educación de sus hermanos mayores: Álvaro, Rodolfo y Jaime. Sin embargo, su pasión inagotable por la lectura le permitió formarse una vasta cultura y completar, de manera autodidacta, su formación intelectual.
Sus primeras letras las aprendió en la Escuela Pública que funcionaba donde hoy es el Palacio de Gobierno Municipal. Su educación primaria transcurrió entre la Escuela Tercera para Niñas que continúa en el mismo sitio y local, el Colegio Nariño del profesor Ricardo González y el colegio Nuestra Señora del Carmen del profesor Leonidas Acuña. La secundaria la inició en el Colegio de la Sagrada Familia. Años más tarde y siendo ya un personaje de reconocida trayectoria nacional, culminó el bachillerato en el Colegio Nacional Loperena, de su ciudad natal, aunque sin obtener dicho título. En abril del año 2000, la Universidad Popular del Cesar le otorgó el título honoris causa en Literatura y Español. A los 18 años contrajo matrimonio con el único hijo de doña Mercedes Céspedes y Hernando Molina Maestre – éste último, personaje vallenato inmortalizado en los cantos de Escalona, como por ejemplo “La Patillalera”
Consuelo conformó al lado de Hernando Molina Céspedes una prolífica familia de cinco hijos: Hernando César, María Mercedes, Rodolfo Augusto, Ricardo Mario y Andrés Alfredo. De sus segundas nupcias, con el abogado Edgardo Maya Villazón, nació el último de sus hijos: Edgardo José. Participó activamente en el Comité Pro-Creación del Departamento del Cesar, el cual fue inaugurado el 21 de diciembre de 1967, y de su relación y amistad con su primer Gobernador, Alfonso López Michelsen, surgió la idea de crear el Festival de la Leyenda Vallenata, el cual organizó en sus primeras cuatro versiones como Directora que fue además de la Oficina Departamental de Turismo.
De 1975 a 1977 se desempeñó como Gerente Regional de Colseguros en Valledupar, de donde partió a Sevilla para ser la Cónsul de Colombia en esa ciudad española. Se hizo conocida ante la opinión pública nacional por su columna “La Carta Vallenata” en el diario El Espectador, en donde comentaba, con su peculiar estilo provinciano, sencillo y mordaz, los principales acontecimientos de la región y del país. En dicho diario, donde trabajó ininterrumpidamente por más de veintidós años, como periodista y columnista, recibió de su compañero de trabajo Hernando Giraldo, el mote de “La Cacica” por su consagrado liderazgo y dotes organizativas, las cuales fueron fundamentales para la creación, junto con Alfonso López Michelsen y Rafael Escalona, en el año de 1968, del Festival de la Leyenda Vallenata, evento que se ha constituido en el mayor patrimonio cultural de Valledupar y en el principal certamen folclórico de Colombia. Entre 1984 y 1985 fue la corresponsal en Valledupar del “Noticiero del Medio Día” que se emitía por uno de los canales de la televisión nacional. Como cronista y columnista estuvo vinculada por dos años (1988 y 1989) al diario “El Heraldo”. Otros cargos públicos ocupados por Consuelo Araujonoguera fueron los de Directora del Instituto de Cultura y Turismo del Cesar (1989) y Gerente de la Beneficencia del Cesar - Lotería “La Vallenata” (1992 a 1994), cargo éste desde el cual logró la reactivación del parque de recreación infantil “La Vallenata” y pasó a la empresa privada poniéndose al frente de la emisora Radio Guatapuri, de la cual fue copropietaria.
Su afecto inquebrantable por su tierra natal, fue el constante aliciente que la llevó a escribir un cuento de corte socio-político: "Yo sabía" (1976), ganador del concurso de cuento "Cote Lemus", en Cúcuta, y tres obras relativas al folclor y a la cultura vallenata: la primera de ellas, “Vallenatología” (Ed. Tercer Mundo, 1973 y 1978), producto de una minuciosa investigación empírica por espacio de quince años, tiene el mérito de ser el primer libro publicado en el mundo sobre los orígenes y evolución de la música vallenata, y es texto obligado de consulta y referencia para neófitos y especialistas en la materia; “Escalona: el hombre y el mito” (Ed. Planeta, 1988 y 1998), es un fascinante relato biográfico sobre la vida y obra de uno de los más grandes compositores de la provincia del Valle de Upar y de Padilla; “Lexicón del Valle de Upar” (Ed. Instituto Caro y Cuervo, 1995), significa la más grande y seria recopilación realizada sobre las voces, modismos, giros, refranes, dichos y vocabulario, en general, de uso cotidiano entre los habitantes de esta región. Incursionó con éxito en el periodismo radial, medio en el que fundó y dirigió durante seis años (1983-1989) el programa de opinión “La Cacica comenta” en la emisora Radio Guatapuri, de la ciudad de Valledupar. Caracterizada por sus posiciones enérgicas y valerosas, su vida pública la dedicó con abnegación invaluable al servicio de la comunidad, denunciando desde los diferentes medios en los cuales trabajó los abusos de poder y las corruptelas, y comunicando las necesidades de su región. En la misma emisora, la cual gerenció de agosto de 1994 a junio de 1997, dirigió los espacios “El Debate” y “Venga a desayunar con nosotros”, amenos y entretenidos programas en el que participaba un destacado panel de profesionales de distintas disciplinas que abordaban en profundidad diversos temas de nuestra cotidianidad y de la actualidad mundial.
Su verticalidad en la imposición de una nueva política cultural que arropara todos los estratos, en especial la olvidada y menospreciada hasta entonces cultura popular, y la democratización en la distribución de los recursos por parte del Ministerio, le acarrearon serias críticas de los sectores elitistas y excluyentes de algunos círculos culturales capitalinos. Ella los enfrentó con valentía y hoy su obra es reconocida cuando el Plan Decenal de la Cultura, impulsado y diseñado durante su administración, lleva su nombre. La Presidencia Ejecutiva de la Fundación Festival de la Leyenda Vallenata la ocupó desde su creación hasta el 11 de julio del 2000. Esta entidad sin ánimo de lucro fue fundada por ella el 25 de abril de 1986 y, desde su vigésima versión, el Festival de la Leyenda Vallenata es organizado y realizado de manera exclusiva por esta Fundación.
Al momento de su secuestro y asesinato se encontraba al frente del desarrollo del Proyecto “Parque de la Leyenda Vallenata”, que hoy también lleva su nombre. Su secuestro se produjo el 24 de septiembre por parte de las FARC, al regresar de la misa tradicional de la Virgen de Las Mercedes celebrada en Patillal, al lado de un grupo numeroso de personas entre quienes se encontraba la Presidenta Ejecutiva actual de la Fundación Festival de la Leyenda Vallenata, Cecilia Monsalvo Riveira, siendo Consuelo la única víctima fatal en el desenlace cruel y cruento que tuvo este episodio en la media noche del día 29 de septiembre en las montañas de la Sierra Nevada de Santa Marta. Su sepelio ha sido el más grande suceso de concentración de masas habido en Valledupar en toda su historia. La Misa Campal, en la Plaza Mayor, fue concelebrada por el Obispo de la Diócesis, el Arzobispo de Medellín y 31 sacerdotes y diáconos llegados de los cuatro puntos cardinales del país. La Iglesia reconoció así la personalidad y convicción de vida cristiana que ejerció Consuelo durante su existencia. Su vida será ejemplo no solo para quienes le sobrevivimos sino para las generaciones futuras.”

No hay comentarios: